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LA VANGUARDIA ANDALUCIA

Un viaje de la nada a los multiversos desde la búsqueda de la conciencia
-LITERATURA FÍSICA (ENTREVISTA)
Miguel Martín
Almería, 2 jun (EFE).- La búsqueda de la conciencia y cómo se manifiesta fue el punto de partida de un viaje que llevó a Pedro Blanco Naveros a escribir ‘De la nada a los infinitos multiversos’ (Corona Borealis), un libro en el que la física cuántica le lleva a concluir que “continuamente están surgiendo miles de millones de nuevos universos”.
Natural de Huelva pero residente en Almería, una ciudad con la que tiene grandes lazos familiares y en la que quería retirarse, este coronel licenciado en Psicología Clínica, relata en una entrevista a Efe que la vocación de escribir la tiene en la sangre, pues no en vano su tía abuela fue la escritora y periodista Carmen de Burgos "Colombine".
Ya en la Academia General Militar estudió matemáticas y a lo largo de los años se ha especializado en física cuántica y astronomía, pasiones que lo han acompañado durante toda su vida y que han hecho que “vaya a todos lados con un telescopio”.
Autor de "El centinela que nunca duerme: El cerebro" (Almuzara), desvela que su siguiente proyecto era una obra centrada en la conciencia, pero se dio cuenta de que “para hablar de ella me tenía que adentrar en la física cuántica, y como me encanta, me puse ello”.
“La conciencia es una verdad fundamental de la naturaleza, como la gravedad”, mantiene Blanco Naveros, quien al darse cuenta de que se estaba “metiendo de lleno en la física cuántica”, decidió aparcar temporalmente este libro y centrarse primero en explicar esta rama de la física cuyo padre es Max Planck.
“Me di cuenta de que había mucha gente que hablaba de física cuántica y no sabía lo que es”, apunta, subrayando que ésta “se rige por los cuantos”, que denotan tanto el valor mínimo que puede tomar una determinada magnitud en un sistema físico, como la mínima variación posible de este parámetro al pasar de un estado discreto a otro.
Con auténtica pasión, salta de un físico a otro y se refiere al principio de incertidumbre o principio de indeterminación de Heisenberg, y con la misma energía se refiere a los entrelazamientos cuánticos e incluso a la teleportación cuántica, realizando aquí su primera incursión en los universos paralelos para detenerse antes en el concepto del "Big Bang".
“Es una singularidad, no es necesariamente una gran explosión, que en circunstancias determinadas, se produce en un momento determinado. La nada en sí es algo, hay fluctuaciones cuánticas”, sostiene, señalando que en aceleradores como el del CERN en Ginebra (Suiza) ya se ha comprobado cómo cuando las partículas chocan entre sí, a veces se destruyen, otras crean partículas más complejas y llega un momento en el que se dan las condiciones que condujeron a la Gran Explosión.
“Las fluctuaciones cuánticas se siguen produciendo (…) Si se origina una vez, ¿por qué no se va a seguir originando? Las fluctuaciones cuánticas son infinitas, ese trasiego es infinito. Lo lógico es que haya un universo, otro, otro… Cada uno con su andadura y su marcha. La teoría de los multiversos es una realidad, eso se está produciendo en los aceleradores del CERN”, apostilla.
Defiende que la ciencia no tiene que “meterse” en las creencias pero que con los multiversos “ cada vez tiene menos sentido que Dios exista”, y expone que aunque algunos físicos teóricos hablan de leyes físicas diferentes en esos universos, difiere en este punto porque “siempre hay una serie de leyes fundamentales en la naturaleza” como las fuerzas nucleares fuerte y débil, la electromagnética y la gravedad.
"Una serie de leyes a las que no hay manera de darles la vuelta. Si hay un camino determinado, tienen que ser más o menos las mismas”, incide.
Aunque se haya podido demostrar teóricamente su existencia, duda de la posibilidad de trasladarse a esos universos paralelos. “No veo esa posibilidad. No significa que no pueda ocurrir pero hoy en día no tenemos la tecnología y el conocimiento necesario para ello”, asegura.
“Me encanta observar el cielo. Siempre me ha llamado la constelación del Dragón. Antes veía un universo inmenso. Después de estudiar los multiversos, cuando miro por las noches el cielo, lo veo muy pequeño, tengo esa idea de lo pequeño que es nuestro universo y de lo pequeños que debemos ser nosotros”, concluye. EFE

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